Delegados y traiciones por Gabriel Flores N

Trascendió que, como parte de la revisión de casos de traición de en el PRI, encontraron indicios de deslealtad por parte de Paco Cuellar, el flamante procurador de la Defensa Agraria.

Resulta que, además de no ofrecer resultados, se dio el lujo de apoyar a candidatos frentistas.

A través de su familia, apoyó las aspiraciones de Minerva Hernández Ramos -que dicho sea de paso hizo de la mentira un arma contra el gobierno estatal priista-, y de Serafín Ortiz -que ni con la supuesta fuerza del orticismo pudo llegar por la vía de mayoría relativa al Congreso local-.

El caso de Francisco Cuéllar no es el único; muchos delegados desleales apostaron y jugaron a dos bandas. Uno de ellos sería el responsable del tema del Medio Ambiente.

En tanto se desgrana la mazorca de las traiciones en el PRI, se sabe que hay ahora varios delegados frustrados, principalmente aquellos que apostaron por Morena, ya que no tendrán cabida en el PRI y, al parecer, no les reconocerán en el partido de AMLO compromisos de apoyo pues eventualmente perderán su empleo, tras la noticia de la desaparición de delegaciones por parte del próximo gobierno federal.

REPARTEN CULPAS.

Mal hace el diputado Ignacio Ramírez Sánchez en buscar responsables del rezago legislativo fuera del Congreso local.

Es desafortunado que, siendo priista y uno de los congresistas que abandonaron su curul para contender en el pasado proceso comicial, afirme que el Ejecutivo es responsable del retraso en las labores que son inherentes a los diputados locales.

El cúmulo de proyectos rezagados no es sino consecuencia de su falta de planeación y compromiso con su función legislativa.

Ejemplo de ello es que un grupo importante de legisladores, incluido él, por supuesto, se fueron a buscar la reelección, haciendo de lado la responsabilidad para la que fueron electos.

Temas como el nombramiento del contralor del ITE, la operación del Sistema Estatal Anticorrupción, el nombramiento del fiscal anticorrupción, la dictaminación de cuentas públicas del 2017, y la solución de los conflictos de Ixtenco y del Instituto de Acceso a la Información Pública, no son pendientes del Gobernador, sino del Congreso local.

PARA RIPLEY.

Resulta que una jueza de Control decidió decretar la libertad del chofer que el sábado pasado fue imputado por el delito de homicidio culposo en agravio de seis personas en Acuitlapilco.

Sí, hablamos del chofer de Flecha Azul que manejaba imprudentemente y chocó con el coche de las víctimas, integrantes de una familia de Quilehtla.

Doña Angélica Aragón negó la petición de prisión preventiva para el imputado que solicitó la Procuraduría estatal, a pesar de las pruebas y testimonios presentados para fincarle responsabilidades.

Esperemos que, cuando se enteren los vecinos de Acuitlapilco y de Quilethla de que soltaron al responsable del choque, no vayan a protestar ni a la Procu ni a Gobernación, sino a las aficinas de esta jueza, que hizo oídos sordos a la demanda de justicia de la población.

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