Las mujeres y la violencia política por Ana Bertha Castellanos

Las elecciones del pasado primero de julio y después de conocer los resultados y reflexionar sobre ellos, además de que muchos futurólogos ya ven los resultados de las políticas públicas de Andrés Manuel López Obrador, así como los efectos de contar con una aplastante mayoría por parte de su partido, en esta vorágine hemos dejado del lado aspectos que fueron noticia en su momento, pero que los efectos volverán, nos referimos en este caso a la violencia política.

Por ello lo retomamos, Ruth Zavaleta Salgado hace la siguiente reflexión hacia abril de este año en los siguientes términos “Sin lugar a dudas, en los últimos seis años el incremento de la cantidad de mujeres en los espacios de poder público es resultado de una efectiva política pública para impulsar la igualdad política entre mujeres y hombres. Según los datos de 2017 del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe presentados por la ONU, nuestro país ocupa el cuarto lugar en porcentaje de representación política de diputadas a nivel federal en comparación con 53 países de América Latina y el Caribe.”

Las reformas electorales, la interpretación judicial, así como el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, académicas y activistas, han permitido el avance de las mujeres en la arena pública, especialmente en la política; pero también el reconocimiento de sus derechos político-electorales a nivel nacional e internacional. En principio las cuotas de género tuvieron como objetivo contrarrestar la desigualdad de género en nuestro país, posteriormente en el 2015 se logró impulsar la paridad; para garantizar el acceso de las mujeres a los cargos de representación popular. Sin embargo, los mecanismos legales, acuerdos y políticas para disminuir la brecha de igualdad de género en este ámbito, poco han corregido la desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso al poder político.

La jornada electoral, pese a que aparentemente fue tranquila estuvo antecedida durante la campaña por más de 600 agresiones y 140 políticos muertos, teniendo a 8 mujeres en este caso.

Estos dos aspectos señalados, las dificultades que tienen las mujeres para acceder a la política y la violencia en este ámbito, se deben en gran medida a las contradictorias condicionantes sociales y culturales que han construido limitaciones para el acceso al poder político de las mujeres, relegando su participación a partir de asignar un rol de género, en las relaciones sociales que se distinguen como mecanismos de control en la sociedad. De esta forma, las mujeres sufren la violencia política, considerada una obstrucción al reconocimiento de la equidad de género.

Recomendación

En esta ocasión recomendamos el texto El efecto lucifer (Paidós editores), el cual recomendamos porque estamos seguros de vivir tiempos complejos, con transformaciones profundas y grandes cuestionamientos a la civilización occidental; decimos lo anterior porque su autor, Philip Zimbardo, ofrece, en sus propias palabras, una cronología detallada de las transformaciones del carácter humano que tuvieron lugar durante un experimento en una prisión en 1971, empezaron a emitirse imágenes de la prisión de Abu Ghraib en Iraq, donde un grupo de soldados norteamericanos (hombres y mujeres) sodomizan, torturan y violentan a los presos iraquíes de las formas más execrables y humillantes, Zimbardo llegó a la conclusión esos actos no eran nuevos, inexplicables ni extraños para los humanos.

  Zimbardo llega a la conclusión de que el entorno social corrompe al individuo, y no al revés, sin dejar de tener la esperanza de que los individuos se resistan a estos males.