AgendaTlaxcala

La pobreza extrema vuelve a lastrar a Brasil

Tras años en los que pareció que se estaban erradicando definitivamente, las situaciones de miseria aumentan
Domingo 10:43 am, 27 May 2018.
El País
agendatlaxcala
637 lecturas | 0 comentarios
La pobreza extrema vuelve a lastrar a Brasil

El 14 de mayo de 2017 Maria Silva Nunes, una sexagenaria negra con gesto de agotamiento en la cara, cayó de la clase social más baja de Brasil a la pobreza extrema. Era el Día de la Madre y su familia, con la que llevaba una vida precaria en Heliópolis, la favela más poblada de São Paulo, se iba a reunir por una vez para celebrarlo. Estaban sus tres hijas: la enfermiza que aún vivía con ella, la que había empezado a tener hijos con 16 años e incluso la que está en la cárcel, que disfrutaba el tradicional indulto de 24 horas que el Gobierno brasileño concede a las mujeres presas el Día de las Madres. El día empezó bien y acabó en el extremo contrario. “Fabiana, la del medio, parecía que se había quedado dormida en una silla, como cansada de tanto niño y tanta fiesta, pero no estaba dormida, estaba muerta”, recuerda hoy Maria Silva desde la mesa del comedor de un colegio. No revela la causa de la muerte: aprieta los labios tan fuerte que casi se le dibuja una sonrisa grotesca, esperando a la siguiente pregunta. “Estaba muerta, tenía la barbilla en el pecho. Muerta”.

Empezaron a precipitarse las reacciones y cada una fue minando un poco más la vida de María Silva a sus 63 años. El marido de la difunta y padre de sus tres hijos se llevó a uno de ellos y desapareció. Dejó a los otros, de 16 y 12 años. María Silva tuvo que adoptarlos a una edad a la que otras mujeres se jubilan. Con la hija muerta se había ido el dinero que esta le daba. Hay meses en que solo consigue 60 reales (14 euros): son los meses en los que Maria Silva sale a la calle a rebuscar comida en la basura. Cualquier día, teme, le cortan la luz. “Debo 583 reales (136 euros) en recibos”, calcula. Y cuando suceda, el inevitable paso siguiente será quedarse sin la casa. Ese Día de la Madre, Maria Silva perdió una hija y cualquier red que le impidiese despeñarse por lo más hondo. “Todo se volvió difícil. Y continúa difícil”, suspira. “No tengo a nadie. Aquí solo estamos yo y Dios”.

Toda la información en:

https://elpais.com/internacional/2018/05/26/america/1527365583_959928.html

Te podría interesar...

0 comentarios


Publica tu comentario

Puedes publicar comentarios aún sin registrarte.
Nombre

e-mail, NO será publicado.

Sexo

Comentario * 200 caracteres


Podcast