Instituciones se hicieron de la vista gorda en caso Carolina

Pese a sus declaraciones, la titular del Instituto Estatal de la Mujer (IEM), Angélica Zárate Flores, jamás movió un dedo para apoyar a Carolina Ramírez Martínez, cuando denunció por primera vez, haber sido objeto de acoso laboral y sexual por parte del regidor de educación del municipio de Españita, Óscar Ávila Portillo, revelaron familiares de la víctima.

Acusaron a Angélica Zárate, de mentirosa, por haber declarado que ofreció el apoyo a Carolina Ramírez, cuando lo único que le dijo y eso por teléfono,  que ella no se metía en esos temas, porque eran de corte legal y eso no es de su competencia.

Todas las instituciones desde el Instituto Estatal de la Mujer, así como la Procuraduría General de Justicia que dirige Antonio Aquiahuatl Sánchez, así como el presidente municipal de Españita, Jesús Guarneros, han solapado la violencia contra mujeres en el estado, porque son sus amigos, compadres, ellos cuidan intereses de los agresores y no de las víctimas, denunciaron.

El  día 17  del  mes de mayo  de 2018, Carolina Ramírez Martínez, denunció la situación insostenible por el acoso sexual, laboral y psicológico del que había sido objeto por parte del primer regidor de la Comisión de Educación y Hacienda del Ayuntamiento de  Españita, Oscar Ávila Portillo.

La denuncia pública se realizó a través de un video publicado en agendatlaxcala titulado “Sexo a cambio de empleo”.

Antecedentes

Carolina colaboró en la campaña proselitista de Jesús Guarneros, que lo llevó a ser el actual presidente municipal. Único periodo con cuatro años ocho meses de administración.

El aumento de tensión por la negativa del acoso y la conversación que tuvo Carolina Ramírez con el presidente municipal para solicitarle su apoyo e intervención, a efecto de frenar el abuso de poder, derivó en represalias verbales y  despido injustificado, también de forma verbal, además de violencia institucional y política.

Cuando el video apareció publicado, el actual presidente municipal, acudió a su domicilio para  pedirle, retirara la ya presentada demanda por acoso sexual, enfatizando y haciéndole notar que ella sería la responsable del daño a la imagen del municipio y la administración.

Incluso, ofreció resolver el asunto, pero nunca pasó nada, llegó al grado en que se le prohibió al personal dirigirle la palabra y limitar su ingreso al inmueble de la presidencia municipal.  

El tiempo transcurrió, ella solicitó la indemnización conforme a derecho, lidiando con el acoso, ya no sólo del regidor, sino además de sus vecinos y orquestando una campaña de descredito al interior del mismo pueblo.

Se dio una primera agresión física, la cual no tuvo repercusiones graves afortunadamente y existen a partir de entonces: Queja interpuesta en la sexta visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tlaxcala, querella en el Juzgado  de Distrito de Calpulalpan por agresiones y amenazas, además de demanda por despido injustificado a través de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

Ante las instancias del Instituto Estatal de la Mujer, se solicitó apoyo para gestionar la indemnización correspondiente y además se enteró y solicitó apoyo a la Secretaría de Gobierno, quienes brillaron por su ausencia, hasta ahora que las lesiones fueron más graves y que la llevaron a la hospitalización.  

No hubo grandes adelantos, la situación se fue recrudeciendo hasta realizarse el penoso capítulo  de agresión física que casi le cuesta la vida el 13 Octubre de 2108. 

Señalados por ella misma a los responsables, además de la complicidad pasiva de  las autoridades municipales y omisiones de otras autoridades.

Tras las últimas agresiones, aún no se sabe si tendrá secuelas, especialmente neurológicas y de heridas causadas con arma blanca.

Su tía también ya fue ingresada al nosocomio, su mamá estuvo en terapia intensiva, ellas han sufragado todos los gastos.

El presidente Jesús Guarneros declaró que ya les había brindado apoyo, no es verdad y ella no desea aceptar nada de ellos.

Así, esta mujer cuya desesperación y valentía le llevó a denunciar el infierno que vivía, casi pierde la vida y ha sido dañada de forma que aún no se aprecia la intensidad y los efectos, además del daño físico y moral irreparable.

El regidor pidió licencia y esta ilocalizable, lo que hace entender a los familiares de Carolina que huyó con complacencia de las autoridades procuradoras de justicia, pese a la gravedad de los hechos, es por esta situación que las víctimas no acuden a denunciar por que las autoridades se hacen de la vista gorda y archivan las denuncias y luego dicen que en Tlaxcala no pasa nada, señalaron los familiares.