La música sonó por última vez para Hildeberto

Hildeberto fue despedido con música, mucha música y baile. Tal como le gustó vivir, fue su entierro.

El panteón de la comunidad de San Buenaventura, en Papalotla, se llenó de música de todo tipo, desde una banda con colorido atuendo hasta los acordes sonideros que se reproducían en diversos equipos de sonido llevados para la ocasión y que permitieron organizar un improvisado baile.

El fin de semana Hildeberto murió a causa de por lo menos 7 disparos a las puertas de un bar. Tenía 30 años y sus amigos lo conocían como Fercho.

La música y el baile fueron su afición, así pasó sus últimos momentos, antes de que una pelea en bar de Panzacola, municipio de Papalotla, terminara cuando su oponente sacó una pistola con la que le disparó y después huyó.

Con música, mucha música y porras Hildeberto fue despedido en el panteón de San Buenaventura, donde vivía, por amigos de todas las edades y familiares en una escena poco común para este tipo de actos, pero que reflejó el aprecio que tenían por él.

La música, las porras y luego el baile prolongaron este adiós por más de 3 horas, al fin de cuentas era la última vez que sus amigos y familiares que viajaron de lugares cercanos y lejanos, estaban con él.