Mujeres, administradoras de la vida

Amas de casa, profesionistas, micro empresarias, funcionarias públicas, además de administradoras forman parte de la vida cotidiana de las mujeres en la sociedad tlaxcalteca, así lo expresaron según las experiencias de las invitadas de este miércoles durante el programa Voces, conducido por Silvia Nava Nava en Agendataxcala.

Y es que, además del mantenimiento del hogar, las mujeres también se enfrentan a retos laborales, el desempleo, la desigualdad, la discriminación y sobre todo la falta de oportunidades para demostrar la capacidad de trabajo que pueden aportar a la sociedad.

“Nosotras somos multifuncionales, somos amas de casa, somos trabajadoras en el hogar, son distintas funciones las que nosotros ejercemos, tenemos el chip de la responsabilidad”, señala Belén Vega quien además de ser madre, también es exfuncionaria del municipio de Chiautempan.

Pero la invisibilización del papel de la mujer no solo se encuentra en el ámbito de la función pública o del trabajo ya que, argumentan, también afrontan la falta de reconocimiento por parte de sus propios familiares, incluso aquellas mujeres que no bajan la guardia ante enfermedades de relevancia continúan trabajando para salir adelante.

Las invitadas señalaron que, en ocasiones, las ganancias del hogar no son suficientes pues el pago de servicios, alimentación, pago de escuelas en casos de familias con hijos, la organización del hogar, y demás necesidades, han hecho de las mujeres administradoras naturales.

“La mamá perfecta no existe, no se nos dio una educación como tal para ser buena mamá, son críticas destructivas; hay que enseñar a los hijos a valorar lo que tienen y que valoren cómo somos”.

Alba Elena Zárate, Leticia Solís, Paula Ahuatzi y Belén Vega señalan que además de previsoras de las consecuencias a futuro uno de los retos de la mujer, reconocen es la violencia, cumplir sus metas, la búsqueda de oportunidades, de seguridad, y encontrar facilidades de emprendimiento, sobre todo de crecimiento económico, así como el alzar la voz para que sean respetadas las garantías de la mujer.