La maravilla de ser docente por Alejandra Salazar

Apasionado y entusiasta, ferviente amante del aprendizaje, misionero de la educación, formador incansable, visionario y atrevido, amigo, consejero y maestro. Es entonces que un docente nunca descansa, si está frente a grupo da lo mejor de sí, si está en casa seguramente genera ideas para mejorar su actividad de aprendizaje o; simplemente relaciona la vida cotidiana con lo que hará en su próxima aventura en el aula, hay una sinergia visible y poderosa que indudablemente tiene cautivo su pensamiento en el arte de enseñar.  

Su vocación le indica que no es fabricación de productos en serie, por lo tanto; se vuelve una misión que le apasiona y entusiasma, pero no solo eso, contagia a sus alumnos, inspira, destruyendo así la monotonía de la escuela. Por supuesto no vive de ilusiones, busca, innova, pregunta, se prepara, coopera; la creatividad es su amiga y empodera a la reflexión y el análisis dentro del aula.

Reconocedor de no poder controlar lo que pasa en la vida con una sociedad perceptiblemente enferma, pero asumiendo que es posible controlar la percepción y aún más; asume la complejidad de ser maestro conduciéndose con dedicación, actitud positiva, implicando su propia persona y valores para convertirse en su misión de vida: formar seres humanos, rebasando la frontera de una simple materia, desarrollando el carácter moral, intelectual, afectivo y social de los estudiantes, cimentando las profesiones de las futuras generaciones dando la pauta para una mejor sociedad.  

El afecto, cariño y respeto es el común denominador para aquellos que recuerdan con amor a su brillante maestro, quien lo miró compasivo, con ternura, siendo el motor de una mejora en la visión de sí mismo, creando la mejor versión de cada alumno.

No es una utopía, es la realidad para miles de maestros comprometidos, apasionados, interesados en una educación de calidad y mejora continua. Por supuesto siempre hay dos caras en la moneda, el antagonismo de la mediocridad jamás ganará ante aquellos que aman lo que hacen. Es una maravilla ser maestro.