Lo mediático en las elecciones de Estados Unidos por J.A. Javier González Corona

Sin duda alguna las elecciones del pasado 3 de noviembre en Estados Unidos han sido tema a nivel mundial. La lucha por el poder político en ese país, entre los partidos Republicano y Demócrata, representados el primero por Donald John Trump y el segundo por Joseph Robinette Biden, ha sido trascendente a nivel mundial. Ambos en una larga campaña han defendido sus respectivas posturas partidistas, con el fin de lograr los votos suficientes y ganar la contienda electoral.

Hasta el momento la elección se ha dado bajo situaciones inéditas, primero por la pandemia; otra, por el sistema electoral tan presumido por los estadounidenses y que ahora simplemente les está fallando. No tienen resultados oficiales y como se ve, los tendrán hasta el mes de enero del 2021. Es preocupante, pues su sistema electoral fue considerado como un modelo a seguir mundialmente, a la par con el de Francia, sin embargo, ahora les falló.

Otro aspecto preocupante es la actitud de los medios de comunicación de primer nivel. No solamente en Estados Unidos, sino a nivel mundial, como la CBS, NBC, ABC, entre otros, quienes ya se adelantaron y proclamaron a Biden como virtual triunfador, es decir, tratan de capitalizar la falla del sistema, ocultando su enfrentamiento personal con Trump y derrocarlo anticipadamente de una manera mediática. Aclaro, no comparto el posible triunfo de Trump. Pero lo más prudente e institucional es esperar la notificación oficial en tiempo y forma por parte del Colegio Electoral de cada Estado y del propio Congreso.

No podemos negar que en estas elecciones los ciudadanos norteamericanos salieron a emitir su voto de una manera desbordante, alcanzando un 11% más de los que votaron en 2016. Ahora bien, ¿Esa actitud de asumir su responsabilidad ciudadana, sería para cambiar su condición de país imperialista? Seguramente no. Pero votar por alguien que no tenga una personalidad despótica, racista, mentirosa, arbitraria, misógina, intransigente, irónica y demás, como la tiene Trump, sí es posible. Es decir, votaron a favor de Biden por su mesura política, pero principalmente para hacer perder a Trump.

Históricamente, los presidentes tanto del partido Demócrata como Republicano, han llevado una política similar, es decir, mantenerse como país imperialista. Sin embargo, ante la personalidad de Trump, requieren de un gobernante más prudente en los proyectos internos de su país y menos belicoso ante el mundo; principalmente ante las otras potencias mundiales. Los votantes vieron la necesidad de tener a un mandatario con mayor formación política y no a un altanero.

Sin embargo, el proyecto de los Estados Unidos en esencia es seguir siendo el mismo: “preocuparse” por la seguridad mundial, “ayudar” a otros países para que logren “mejores gobiernos” e “intervenir” en los países no desarrollados con el fin de que disfruten de una “paz social” los inviten o no. Además de seguir manteniendo el liderazgo con sus “socios comerciales” bajo una política menos beligerante, salvo cuando sus intereses los afecten y se vean “obligados” a utilizar su poderío militar o económico. Es decir, ya sea con un presidente Republicano o Demócrata los estadounidenses no quieren, ni pretenden dejar de ser una potencia imperialista. Caer a la ingenuidad o dejarnos llevar por la utopía, creo que no nos corresponde.

Es de todos conocido que el mayor número de migrantes latinos en Estados Unidos es de mexicanos, situación que ha propiciado situaciones adversas y favorables al país. Una de las favorables son las grandes divisas que mucho ayudan a la economía nacional; una adversa, es el racismo y persecución que viven los connacionales, principalmente quienes no han logrado su legalidad en ese país. Por consecuencia, Biden se convierte en una esperanza.

En nuestro país, varios políticos y articulistas de diferentes medios de comunicación están criticando al presidente de la República por no felicitar a Biden por su triunfo. Él por su parte, ha declarado que no lo hará hasta que lo proclame quien lo debe hacer de manera oficial. Su sustento es la doctrina Estrada, misma que fue creada por Gerardo Estrada Félix en el año de 1930. En ella se señala el principio de la no intervención y respeto a la soberanía nacional de los pueblos

Sin querer adelantarme a los hechos, pero en razón a las críticas al presidente por no felicitar a Biden y de la manera cómo lo están haciendo, me surge una hipótesis: los políticos y medios de comunicación opositores al actual gobierno nacional, están practicando la estrategia mediática de los medios de comunicación de nuestros vecinos del norte, para aplicarla en las próximas elecciones de nuestro país. Ojalá en su momento, se quede en una simple hipótesis por el bien de la estabilidad social, económica y política de la nación. Espero no sean tan viscerales.

Sin embargo, otro aspecto también preocupante para el país y el resto del mundo, es la votación aproximada del 48% que está logrando Trump, es decir, casi la mitad de votantes comulgan con los proyectos y mentalidad de él. Por consecuencia, siendo EU la primera potencia mundial y bajo esas características, difícilmente desaparecerá la desigualdad social y seguirá estando en vilo la paz mundial. ¿Usted qué opina?