Bartlett, ave de las tempestades por José Javier Reyes

Todos saben que es de sabios cambiar de opinión. Y si alguien ha podido cambiar en innumerables ocasiones en su larga trayectoria política es Manuel Bartlett Díaz. El tabasqueño, que por azares de la vida fuera gobernador del estado de Puebla, ha mostrado una sabiduría digna de campeonato, al haber dejado una vida en el partido tricolor y dar el salto oportuno al Partido del Trabajo. Y hoy el inminente director de la Comisión Federal de Electricidad vuelve a mostrar su capacidad de cambiar acerca de la Reforma Energética lo que, como ya dijimos, es prueba de sabiduría.

Muy atrás quedó el año de 1988 y la serie de circunstancias que rodearon la elección presidencial de Carlos Salinas de Gortari, mismas que quedaron grabadas en el imaginario popular como “la caída del sistema”. Para Bartlett y para muchos otros, se trató de un mito genial, de una mera invención. En cambio, muchos de los militantes de la más rabiosa izquierda, que hoy acompañan al otro tabasqueño, a Andrés Manuel López Obrador, consideran que se trató de un fraude maquinado que despojó de la silla presidencial a Cuauhtémoc Cárdenas. O a Manuel J. Clouthier. Satanizado por décadas, el actual petista fue redimido por el mismísimo AMLO, quien lo ha defendido a capa y espada.

La argumentación del patriarca de Morena no convenció a todos. En sus palabras, Bartlett desde hace mucho ha estado defendiendo la industria eléctrica nacional y por eso decidí proponerlo para que sea el director de la CFE.

Pero esa defensa no parece constar en las intervenciones de Bartlett en la tribuna. Protestó, eso sí, por la designación de Luis de la Calle como consejero independiente del Consejo de Administración de la CFE por un periodo adicional de 5 años, hasta septiembre de 2022.lo acusó de ser un entreguista y estar al servicio de intereses extranjeros.

En el año de la elección presidencial, en abril pasado, se manifestó en contra de las reformas estructurales, señalando que instauraron una “estructura de apertura total del territorio y patrimonios nacionales, con garantías exorbitantes a la operación de intereses foráneos frente a los nacionales, sometidos al poder hegemónico del supuesto mercado".

Pero nuevamente, mostrando esa sabiduría de la que ha hecho gala, cambió su discurso. Apenas se supo de la arrasadora victoria de López Obrador, modificó 180 grados su postura, diciendo que "yo estuve en contra de la reforma energética y aquí en la tribuna, pero la reforma energética está funcionando"

Y la causa, según reveló, era muy profunda: "Andrés Manuel ya dijo con toda claridad que no va a hacer reformas constitucionales, vamos a estar respetando la estructura que existe en la reforma energética y lo que está pasando que son estas reglas de mercado". Así que adelantó que no llegaría a la CFE en son de guerra.

Las críticas en su contra no han cesado, aún en los círculos más cercanos al presidente electo. La objeción de Tatiana Clouthier, excoordinadora de campaña de Morena, sigue resonando entre quienes impulsaron a López Obrador: "Creo que había mejores opciones, y que una persona que no sea bien recibida, no quiere decir que ya se acabó el país".

Pese al apoyo del jefe supremo, su nombramiento sigue haciendo ruido. Y las críticas arrecian.