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Guardia Nacional. ¿Promesa incumplida de AMLO?

Columna por Miguel Sánchez Ramírez
Miércoles 12:52 pm, 28 Nov 2018.
Miguel Sánchez Ramírez
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Guardia Nacional. ¿Promesa incumplida de AMLO?

 

Ha llamado la atención de los medios que por decir lo menos se han escandalizado ante la declaración de López Obrador, en el sentido de que el ejército estará en las calles para combatir frontalmente a la delincuencia, y que inclusive el aún Presidente electo se haya ya reunido, aún sin rendir protesta con los miembros del ejército treinta y dos mil efectivos, se dijo, a quienes les dijo que podría tratarse de dar una orden, pero que nada es a la fuerza y les ha pedido que le ayuden a combatir el crimen organizado y la alta ola de inseguridad que cubre el país; sobre este punto, debe de decirse que ya se realizó lo concerniente para alcanzar la Reforma Constitucional y que se permita que el ejército lleve a cabo funciones de seguridad pública directamente a la población en general, y no sólo cumpla con las facultades que de manera restringida le confería tanto la Carta Magna, como las Leyes Castrenses; en mi opinión, la afirmación de López Obrador, en campaña en el sentido de que no se militarizaría al país y que ahora haya dado un giro de ciento ochenta grados, solicitando la participación directa y enérgica del ejército es un acierto, muchos le critican que no cumple con su palabra; sin embargo, es impensable que como mexicanos estemos viendo como los militares  se quedan dentro de sus cuarteles, mientras la delincuencia organizada se da el gran festín criminal, en las calles lacerando a nuestra ya de por sí muy agraviada población; por ende, independientemente de que lo haya dicho o no en campaña, en este momento es absolutamente necesario que el ejército tome el control y las riendas, y en su caso se constituya la tan anunciada Guardia Nacional, para que se pare en seco esta ola de delincuencia e inseguridad que día a día nos mantiene en una alta zozobra, tenemos claro que el ejército salvo sus muy contadas excepciones cuenta con el respaldo y la credibilidad de la población, que además se trata de grupos de élite debidamente capacitados, que cumplen con sus funciones, que en definitiva ni las policías estatales, ni las policías municipales y quizá tampoco la policía federal puedan cumplir; por ende, es bienvenido que el ejército se haga cargo del ataque frontal a la delincuencia en el entendido de que deberán regresar a sus cuarteles una vez cumplida la encomienda, ya que efectivamente no podemos pensar que debe de ser un estado normal de cosas el hecho de que nuestras calles se encuentren llenas de militares, estamos en un estado grave de emergencia que amerita acciones emergentes de alta envergadura, el ejército tiene la capacidad ética, armamentista y los elementos debidamente adiestrados para combatir esta ola de inseguridad; por lo tanto, considero que la crítica de los medios en el sentido de tratar de señalar que no se está cumpliendo con la promesa empeñada, no abona a la búsqueda de las soluciones y sólo tiene un propósito mediático para poder señalar yerros que en mi concepto no existen, es un anhelo de todos los ciudadanos que el país no se militarice, pero también lo es que tengamos plena seguridad y si nos ponemos a escoger entre una y otra, aunque muchos señalen que se trata de la cultura del miedo, debe decirse que en un estado emergente sí se justifica plenamente y ahora ya por la vía legal que se combata a la altura del tamaño del problema que se tiene, por ende bienvenida la nueva reforma que permita que el ejército intervenga para resolver esta grave problemática

“CANDIL DE LA CALLE Y OSCURIDAD DE LA CASA”.  FRIJOLES PARA LOS HONDUREÑOS.

En las últimas semanas hemos sido testigos de una serie de eventos relacionados principalmente por la caravana migrante de muchos centroamericanos que han pretendido sin ningún éxito cruzar la frontera entre México y Estados Unidos y nos hemos podido dar cuenta de la solidaridad de muchos connacionales que les han brindado cobijo, alimentos, alojamiento, inclusive la instalación en algunos albergues coordinados por el propio Gobierno, esto claramente ante un sentido de solidaridad para quienes vienen en busca de trabajo en el país del norte para alcanzar el tan anhelado sueño americano; sin embargo, hay varios puntos que son dignos de considerar; por ejemplo, se ha dado cuenta en las redes sociales como los inmigrantes tiran a la basura ropa que no consideran digna de su utilización porque no es de marca, zapatos que no les satisfacen sus expectativas, algunas manifestaciones en el sentido de que no reciben frijoles, porque consideran este alimento para puercos, debe señalarse que existe una concepción bastante diferente entre el pueblo mexicano y los hondureños que no comen frijoles, desde luego tengo la convicción de que no es un sentimiento generalizado, pero en nuestros hogares mexicanos, por lo menos hasta hace algunos años, los frijoles no deben de faltar en ninguna mesa, esto es así porque independientemente de la fama o no que pudieran tener, es importante hacer notar que es un alimento bastante benéfico para la salud al contener una gran cantidad de antioxidantes y muchas proteínas y vitaminas que son indispensables para el desarrollo, el crecimiento y la alimentación del ser humano, cuando escuchamos estas manifestaciones obviamente que nos molesta, porque al final de cuentas se les ha brindado solidaridad, cobijo y apoyo, inclusive muchas veces siendo criticados, puesto que los desastres naturales ocurridos en Nayarit, y en otros Estados de la República, todavía dan cuenta de que mucha gente que se han quedado sin hogar, que no tienen agua potable, que no tienen energía eléctrica, que se han quedado incomunicados y a estas personas prácticamente se les ha abandonado a consecuencia del furor que ha causado la visita de las caravanas de centroamericanos, pretenden en bloque “conmover” al Gobierno Norteamericano, para que los reciba y les den asilo político; al respecto, como ya lo hemos escuchado en reiteradas ocasiones Donald Trump, se ha negado en forma rotunda y categórica a permitir que el éxodo de nuestros hermanos centroamericanos pueda penetrar en territorio norteamericano, y esto es así porque Donald Trump en las elecciones intermedias abonó tres Senadores más en la Cámara alta de ese País, aunque perdió la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, pero la baja no fue sustancial, se esperaba que como resultado de sus declaraciones que han sido más en un afán de escándalo mediático, que de revelar la verdad de la política norteamericana, el electorado le cobrará la factura; sin embargo, queda muy claro que sus expresiones misóginas, racistas, discriminatorias han podido más en el ánimo de los caucásicos que generalmente al sentirse superiores a otros seres humanos han seguido respaldándole y por ende se enfila con claridad hacia la reelección; por lo tanto, si tomamos en consideración que Donald Trump, al pretender reelegirse y desde que planteó su campaña ha defendido como una de sus banderas principales el ataque frontal a la inmigración en el vecino país del norte, es impensable que a estas alturas, después de haber tenido una baja relativa en la Cámara de Representantes, pretenda dar marcha atrás a su política de migración; por ende, desde mi perspectiva bajo ninguna circunstancia permitirá que la caravana de migrantes ingrese a los Estados Unidos, por lo que muy seguramente veremos como los más nueve mil migrantes que han llegado ya a Mexicali y a Tijuana, tendrán que regresarse y para ello el propio Gobierno mexicano está ofreciendo la repatriación de todos los que se quieran regresar, seguramente muchos se quedarán en Tijuana, y llama la atención que inclusive en este lugar ha habido ya una manifestación clara en contra de la permanencia de los migrantes en ese territorio; al respecto, en un ánimo constructivo cabe hacer notar que no se les ha visto en busca de trabajo, ni en un afán colaborativo, no recogen la basura que dejan a su paso, no se le vé en un afán de querer llevar a cabo alguna actividad, pasan largas horas de ocio y en espera de que les ayuden con alimentación, con el transporte y en algunos casos en grado de exigencia; por tanto, este éxodo será un mal recuerdo digno de olvidar, y es lamentable porque al final de cuentas al ser nuestros hermanos centroamericanos, debería de haber ese sentido de solidaridad, pero desafortunadamente como en muchos de los casos, justos pagan por pecadores, y por ende, serán recordados como migrantes hasta cierto punto, un tanto cuanto indeseables, no por su calidad humana, sino por sus prácticas en el tiempo en que pisaron territorio nacional, a todo esto me cabe una reflexión, con cierta tristeza nos podemos dar cuenta que muchos de los mexicanos seguimos siendo farol de la calle,y oscuridad de la casa, mientras hay hermanos mexicanos que requieren de nuestra ayuda porque han caído en desgracia por desastres naturales, gente trabajadora que busca como salir adelante, hemos preferido apoyar a los centroamericanos, aún a costa de dejar en el olvido a nuestros propios connacionales; sin embargo, si esto vuelve a suceder la conducta será la misma, porque se ha repetido por los siglos de los siglos, pues así somos.

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