Tragedia de la humanidad por Luis Pérez Cruz

“No somos delincuentes”

Migrantes hondureños

Debemos esclarecer un aspecto que consideramos básico y que nos permitirá cumplir con nuestros propósitos explicados en la primera entrega de esta columna, no difamar, no denostar, no insultar; el tema para esta semana se orientaría hacia el análisis de la pobreza en sus tres dimensiones y mostrar la situación compleja y difícil que viven tres cuartas partes de los tlaxcaltecas. No obstante, consideramos que en la última semana el tema de los últimos días, la masiva migración de más de siete mil hondureños, cuyo destino es Estados Unidos.

            Las imágenes vistas en las diferentes cadenas televisivas y por internet muestran escenas realmente preocupantes y que quizás sean el común denominador en el futuro inmediato, no es una apreciación superficial y amarillista que muchos pretenden, de manera soterrada,  alarmarnos.

Ahora bien, según la Real Academia de la Lengua Española, la tragedia es una forma dramática cuyos personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e inevitable contra el destino o los dioses. Las tragedias acaban generalmente en la muerte o en la destrucción física, moral y económica del personaje principal, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente.

Titulamos nuestro artículo como una tragedia el éxodo de hondureños porque los migrantes no tienen la más mínima oportunidad  de cumplir con su expectativa de mejorar  sus condiciones materiales, ya lo hemos visto en los casos de los miles de migrantes que llegan a Europa (de Siria por ejemplo), provenientes de países donde la violencia, la pobreza, la corrupción y la discriminación son los motivos de abandonar sus lugares de origen.

En el caso de los hondureños no es aislado, responde a condiciones cuyo común denominador en Centroamérica  se asocia a la corrupción, la falta de oportunidades y la violencia.

Las explicaciones van desde considerar que es una manipulación de algunos personajes políticos locales, la intención de grupos por desestabilizar la región, hasta visualizar el problema como de seguridad nacional para los Estados Unidos, no descartando la intervención de la delincuencia organizada; consideramos necesario comprender que un problema de esa naturaleza requiere analizarse a profundidad, hemos escuchado algunas opiniones de personas, manifestando su preocupación, ya que especulan que sucederían dos cosas: empeorar las condiciones económicas para los mexicanos y la proliferación de delincuentes provenientes de Centroamérica. Los cambios que se dan en el mundo son múltiples y resulta indispensable reflexionar sobre ciertos aspectos que no hemos considerado y pensamos que son situaciones permanentes, así entonces es necesario discurrir de la siguiente manera:

1. La humanidad inventó las fronteras hacia el siglo XVIII, el fin de ello respondió a razones de carácter económico, después se justificó con elementos ideológicos como la historia común, aspectos religiosos que proporcionan identidad, una cultura propia, razones lingüísticas, entre otros. El desarrollo de las regiones fue el motivo para la lucha económica y comercial. En la actualidad tratamos de justificar el rechazo a los migrantes por su origen étnico, lingüístico, geográfico y económico, pasamos del fracaso de la globalización y neoliberalismo a volver a la interiorización económica y la defensa de lo propio, lo autóctono, frente a la amenaza externa, volvemos a un nacionalismo defensivo, como es el caso de nuestro país ante un nuevo gobierno.
2. Las condiciones de Centroamérica son graves, según Heinrich Böll, “uno de los grandes desafíos para Centroamérica en el ámbito social, es la reducción de los niveles de pobreza y desigualdad. A pesar de haber disminuido considerablemente las condiciones de pobreza, sigue presentando grandes niveles de desigualdad económica y social a nivel mundial, dificultando cualquier intento por redistribuir el ingreso de manera progresiva. Países como Honduras y Nicaragua, con el mayor porcentaje de población en situación de pobreza e indigencia -45% y 30% respectivamente-, tendrán que impedir el incremento de la pobreza mediante políticas sociales eficaces, progresivas y transparentes”, ello se traduce en no asistencialista.
3. Honduras en la economía 107, el PIB lo ubica en la posición 136 de 196 países con 2.19 euros, ello se traduce en un nivel de vida muy bajo. Asimismo, el Índice de Desarrollo Humano (INH), elaborado para medir el progreso de un país por la calidad de vida de sus habitantes, la cual es muy mala. En términos de la facilidad para hacer negocios en este país, se ubica en el lugar 115 de 190, lo cual es desastroso.
4. En Honduras hay una relación muy estrecha entre crecimiento poblacional y pobreza, que lo podemos asociar a la descomposición social, deficiente salud, analfabetismo, desintegración familiar, maternidad infantil y juvenil, desnutrición, entre muchos otros problemas.

Finalmente, con estos elementos no podemos ser concluyentes con un problema que es enorme, pero sí podemos asegurar que estamos frente a cambios profundos en las sociedades actuales; ante este contexto no podemos enfrentar la problemática con la fuerza y usarlo con fines electorales (Estados Unidos está ante un proceso electoral), pero tampoco podemos asumirlo con frases sentimentalistas y políticas asistencialistas. Requerimos transformar a fondo, no con paliativos, ésto nos llevará a la ruina y México no está lejos de esta realidad.