2 de octubre, no se olvida

Durante muchos años se ha acuñado una frase que es característica del movimiento estudiantil de 1968, inclusive en un ánimo de conmemorar los hechos lamentables ocurridos hace 50 años se ha instituido en el muro del Senado de la República en letras doradas, dicho movimiento del que muchos se han colgado al menos políticamente hablando; sin embargo, esa fecha tiene una carga trascendental como muy pocas en la historia reciente de nuestro país, los estudiantes organizados reclamando en forma legítima sus derechos comenzaron a organizarse desde meses antes a que ocurriera la matanza que llenó de sangre a las familias mexicanas, hubo diversas marchas y mientras esto ocurría el gobierno que en ese tiempo encabezaba Gustavo  Díaz Ordaz, fue acumulando su paranoia y tildándolos de comunistas y anarquistas; se pronunciaba el ya histórico discurso en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, cuando el batallón Olimpia, tenía una instrucción precisa de acallar al movimiento estudiantil; después se dijo que todo fue parte de una confusión, que había francotiradores apostados en los edificios, hasta la fecha no se tiene el dato exacto de las víctimas de este hecho muy lamentable; por esos tiempos, también hubo movimientos estudiantiles en Francia (Paris), Inglaterra (Londres), Alemania (Berlin), Checoslovaquia (La Primavera de Praga), Estados Unidos (Chicago) movimientos a los que se atribuye gran influencia en la caída de Charles De Gaulle y Johnson entonces Presidentes de sus respectivas Naciones; y fue motivo de una gran movilización a nivel mundial que rechazaba la opresión y el autoritarismo como formas de gobernar; a 50 años de distancia, se realiza una nueva marcha y se confecciona una manta que pretende ser idéntica a la de hace 50 años y que era la más representativa en aquellos tiempos, se marcha por Paseo de la Reforma, por el Eje Central, desde las escuelas afiliadas a la Universidad Nacional Autónoma de México y como entonces también, previamente se revelan movimientos  estudiantiles que rechazan principalmente a los “porros” en la máxima casa de estudios, al autoritarismo del gobierno y a las formas antidemocráticas de conducir a un país que se asumía libre; se realizan asambleas, que reclaman la creación de una Organización Nacional Estudiantil; a este respecto me remito al año de 1987, en que por convocatoria de la entonces Federación de Estudiantes de Guadalajara, se empieza a gestar un movimiento estudiantil a nivel nacional, se llevan a cabo diversas reuniones, todas ellas encabezadas por el estudiante de la Universidad de Guadalajara, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, quien posteriormente fuera Rector de la Universidad de Guadalajara y actualmente apoyó las aspiraciones políticas de quien ganó la gubernatura en el estado de Jalisco, encabezando los colores del Movimiento Ciudadano; recuerdo aquel tiempo, porque me tocó participar en dicho proceso y para 1988, se constituye en Guadalajara, Jalisco, en las propias instalaciones de la U. de G., la Coordinadora Nacional  de Estudiantes Mexicanos, que en ese tiempo agrupó a diversas organizaciones estudiantiles, en esa coordinadora que empezó a tener su fuerza y peso político, cobijada también por el entonces rector de la U. de G., Raúl Padilla López, quien después fue perseguido político del gobernador Piadoso. Cabe recordar que el primer dirigente de la CNEM, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, posteriormente ha sido diputado federal en dos ocasiones y ha tenido otros cargos identificados con la Academia; en sus años jóvenes, un estudiante bien parecido que cuando visitaba nuestro estado, provocaba los suspiros de las estudiantes tlaxcaltecas, pero que en aquella ocasión también vivió la escisión de las corrientes políticas de la Federación de Estudiantes de Guadalajara, que se asumía como la organización estudiantil más poderosa de este país, corría el año de 1988 y entonces se conmemoraba el vigésimo aniversario del movimiento estudiantil del 68, motivo más que suficiente para constituir la organización estudiantil nacional que México necesitaba, participaban la Federación de Estudiantes de Chihuahua, encabezada por Eloy García Tarín, quien a la postre se ha desempeñado como Secretario del Ayuntamiento de Chihuahua y posteriormente como Diputado Local en su Estado natal, también participaba dentro de las organizaciones fuertes y reconocidas, Antonio Velázquez, quien encabezaba la Federación de Estudiantes de Escuelas y Facultades de la Universidad Veracruzana, también integraba dicha Coordinadora, Julio Ernesto Pérez Soria, quien era dirigente de la Federación de Estudiantes del Estado de Morelos, la Organización que no formaba parte de la CNEM y que también se asumía con poder político, conocida en aquel entonces como la “SOSA NOSTRA” era la Federación de Estudiantes de Hidalgo, encabezada por los hermanos Sosa Castelán; sin embargo, una incipiente organización estudiantil que hacía la competencia a los estudiantes de Hidalgo, era la Federación de Estudiantes del Valle del Mezquital, que era liderada por Jorge Ávila alias el “Negro”, también se integraba a la Coordinadora Nacional de Estudiantes Mexicanos, la Federación de Estudiantes del Distrito Federal, que en su momento lideró Jorge Treviño; también los estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México, tambien se sumaba a esta organización estudiantil San Luís Potosí, el movimiento de las Prepas Populares del Distrito Federal que comandaba un sujeto de desproporcionada estatura apodado “El Chiquilín”, participaba el Grupo Benito Juárez de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, se integraban los estudiantes de la FENEZ Federación de Estudiantes de la Ciudad Netzahualcoyotl, participó en su momento la Organización Estudiantil del Estado de Nayarit, quien inclusive convocó a un Consejo Nacional, por Tlaxcala participaba la Organización de Estudiantes Universitarios de Tlaxcala, OEUT, ya extinta; la Federación de Estudiantes de la Universidad Autónoma Chapingo; era Presidente de la República en esos tiempos Carlos Salinas de Gortari y como hoy nuevamente cada dos de octubre se clamaba justicia, se pedía que los estudiantes desaparecidos fueran entregados vivos, se luchaba porque la represión jamás volviera a tener una asomo en el desarrollo de los movimientos estudiantiles, también se proponía dentro de los principios básicos de la Organización Estudiantil al socialismo como forma de gobierno, se proclamaba al antiimperialismo como la lucha en contra del gigante gringo que con su poder económico ahogaba a todos y en general este movimiento estudiantil de alguna manera era controlado a través de los gobiernos de los Estados, en Tlaxcala, era Gobernadora Beatriz Paredes Rangel. Llegó el tiempo del cambio, se llevaron a cabo reuniones en los Estados de la República, a las que las dirigencias acudíamos para plantear nuestras ideas y mostrar nuestras inconformidades, digamos que eran tiempos de relativa calma, había algunos movimientos violentos como en la Universidad Veracruzana, cuyo rectorado estaba en manos de Dante Delgado Ranauro, quien patrocinaba a un grupo de estudiantes en contra de otro, para mantenerse el control de la dirigencia estudiantil, fueron quemados algunos vehículos,  hubo cierre de facultades y acciones que más que de lucha de ideales políticos referían al control de los estudiantes para fines políticos de quienes se hallaban en el poder, en Ciudad Nezahualcóyotl, existía el patrocinio de un Diputado Local, que allegado a los movimientos estudiantiles buscaba la manera de sacar raja política y mantener el control para los fines que perseguía, este movimiento estudiantil continuó su trayecto y desde luego Raúl Padilla López e Itzcoatl Tonatiuh  Bravo Padilla, no estaban dispuestos a renunciar en su caso a la raja política que pudieran sacar de tal movimiento; sin embargo, en la Federación de Estudiantes de Guadalajara, se produjo una división al cambio de la dirigencia, que posteriormente quedó en manos de Oliverio Ramos Ramos y comenzó un nuevo movimiento denominado “Corriente Democrática de la Federación Estudiantes de Guadalajara” cuando llegó el momento del primer cambio y encabezada la Coordinadora Nacional, por razones de estatuto por Oliverio Ramos Ramos, Tonatiuh Bravo, retoma nuevamente el control y se propone en el Consejo Nacional, celebrado en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en el Salón de Rectores, ante la estatua de Emiliano Zapata, que el Congreso Nacional se llevará a cabo precisamente en la sede de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y por otra parte también se propone a la Universidad Autónoma de Tlaxcala, cuya dirigencia estudiantil era encabezada en aquel tiempo por quien esto escribe, se somete a votación obteniendo votos a favor del Estado de Morelos, de los estudiantes de Veracruz, los estudiantes de las Prepas Populares, los estudiantes de San Luis Potosí, mientras que la gran mayoría votó por Tlaxcala, como sede de dicho Congreso Nacional, y durante esos tiempos tal y como ahora se hace, se conmemoraba esa gesta de la que todos se abanderan, todo mundo se decía defensor de los ideales del dos de octubre, aunque bien a bien no supieran de qué ideales se trataba, allá por el mes de julio del año de mil novecientos noventa, se celebra en Tlaxcala el Congreso Nacional de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Mexicanos, y llega nuevamente el Dirigente Julio Ernesto Pérez Soria, quien aspiraba a dirigir dicha Coordinadora, apoyado por el Consejo de Escuelas y Facultades de la Universidad Veracruzana que lideraba Antonio Velázquez y la organización Estudiantil de San Luis Potosí, con el propósito de reventar dicho Congreso Nacional, que fue celebrado en el Albergue de la Malintzi, gracias al apoyo del que siempre agradeceré a Beatriz Paredes Rangel, no así a las Autoridades Universitarias de ese tiempo cuyo rectorado estaba en manos de Héctor Vázquez Galicia, quien poco apoyó dicho movimiento, aduciendo falta de presupuesto; en esta Asamblea Nacional se suscitó un altercado, estaba invitado a formar parte del Presidium el entonces Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación Augusto Ponce Coronado,quien ya se encontraba dispuesto para tal propósito y desde luego la presencia de Beatríz Paredes Rangel, Gobernadora de nuestro Estado; por otra parte, también se sumaron a este Congreso los miembros de la entonces Corriente Democrática de la Federación Estudiantes de Guadalajara, que a invitación del suscrito tuvieron que hospedarse en un lugar distante en la Ciudad de Apizaco, para evitar cualquier confrontación; hubo oposición de Oliverio Ramos Ramos y el grupo de estudiantes que comandaba que acudieron a dicho Congreso para que Izcoatl Tonatiuh Bravo Padilla formara parte del Presidium, aduciendo que él ya no tenía ninguna representación en la Federación de Estudiantes de Guadalajara; sin embargo, el argumento que se sostuvo para que finalmente se sentara en el presidium fue que era el Presidente fundador de la Coordinadora; y por lo tanto, sus pugnas políticas internas eran irrelevantes para el caso, ante esta circunstancia procedieron a retener a quien esto escribe durante algunas horas en una cabaña de dicho albergue con el propósito de ejercer presión; al percatarse que esto no iba a ser posible procedieron a retirarse del Congreso, hubo un momento en que uno de los dirigentes de la Federación de Estudiantes de Chapingo, tomó fotografías de cómo los contingentes se subieron a los camiones provenientes de la Federación de Estudiantes de Guadalajara, San Luis Potosí, Veracruz y Morelos y se retiraban, quienes al percatarse, descendieron de las unidades y en ese momento pronunciaba el discurso de bienvenida Héctor Vázquez Galicia Rector de la UAT, fue interrumpido por Jorge Treviño Presidente de la Federación de Estudiantes del Distrito Federal, quien llamó a la calma y a no caer en provocaciones, se armaron dos vallas que estaban frente a frente a punto de estallar un conflicto, cuando derivado del llamado en un momento de la confrontación sin que hubiese golpes de por medio se tranquilizó la situación, los estudiantes que se retiraban se subieron a sus camiones y se fueron, después hubo cuenta de que causaron algunos destrozos en las habitaciones del Albergue de la Malintzi y posteriormente pretendieron iniciar un incendio en las faldas de la Malintzi, para esto al ser avisados Augusto Ponce Coronado y Beatriz Paredes del conflicto en ciernes, decidieron no acudir al acto inaugural, se llevó a cabo el Congreso Nacional y se inscribió una planilla única que ya había sido previamente consensada en la que ese mismo día durante la noche se tomó protesta al nuevo Comité Directivo del Secretariado permanente de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Mexicanos, habiendo sido electo Presidente de dicha coordinadora quien esto escribe, tiempo después me tocó entregar la Dirigencia Nacional a Eloy García Tarín en Congreso Nacional celebrado en Chihuahua; es parte de la remembranza que me tocó vivir allá por los años de mil novecientos ochenta y siete a mil novecientos noventa y uno, en mis años universitarios, tiempos en los que viví desde dentro, desde las entrañas del movimiento estudiantil, lo que regularmente ocurre en este efímero espacio; en conclusión, se obtiene que salvo excepciones honrosas los movimientos estudiantiles son utilizados por los grupos de poder para satisfacer sus intereses personales, son efìmeros; por lo tanto, no constituyen una amenaza permanente para quienes están en el poder, sus intereses son complejos toda vez que muchos estudiantes son manipulados por diversos factores tanto políticos, como económicos para hacer o deshacer a gusto y placer de quienes los manipulan; sin embargo, debe de decirse que como entonces hoy nuevamente se habla de la conformación de una Organización Nacional de Estudiantes, que volverá a ser efímera y que eventualmente también podría ser utilizada para fines muy distintos a los de los estudiantes, la educación pública ha sido castigada de manera grave, puesto que no se le asigna el presupuesto necesario para que realmente pueda considerarse una educación de calidad, el nuevo gobierno ha propuesto la creación de muchas Universidades, al menos cincuenta, dos para el Estado de Tlaxcala se ha dicho; sin embargo, no se nos ha aclarado con precisión cómo lograrán que esa educación que se impartirá en esas Universidades Públicas realmente sea una educación de calidad que cumpla con el mandato constitucional de la docencia, la investigación y la difusión cultural para que aspiremos a estar al nivel de las grandes potencias que descansan su fortaleza en la ciencia y en la tecnología. Ese dos de octubre sí ha sido útil, ha servido y más allá de haber sido utilizado como raja política por muchos personajes siniestros de la historia, es un hecho que el Gobierno años después tuvo que reconocer que debido a una decisión de ira, de coraje, de mala información y de paranoia política, que tomó en su momento Luis Echeverría Álvarez, tal como ha sido documentado, pues de las entrevistas que han sido transmitidas en medios nacionales, se advierte que Gustavo Dìaz Ordaz, ni siquiera se enteró de la matanza que hubo en el momento en que esto ocurrió, puesto que se encontraba en el Estado de Jalisco, atendiendo compromisos presidenciales, mientras que quien tuvo que dar la orden fue Luis Echeverría Álvarez, quien a la postre se convirtió en Presidente de este país, y que inclusive ha sido motivo de diversas acusaciones sin que a la fecha se le haya condenado por tal matanza, que evidentemente fue un crimen en manos del Estado, con dinero de los contribuyentes masacraron la esperanza de muchos jóvenes que hoy en día deben ser considerados héroes anónimos, puesto que sin sus muertes quizá este país nunca hubiera dado el primer paso hacia un camino de apertura y democratización, pues aún con todos los asegunes que se pudieran señalar, estoy plenamente convencido que sin ese movimiento el día de hoy no habríamos llegado al camino que se avizora con un verdadero ánimo democrático, efectivamente el dos de octubre no se olvida, y no se olvida porque nunca más habremos de permitir y tolerar un gobierno represor que en aras de controlar a la sociedad por el camino del bien, mate a sus propios jóvenes; a todo esto, me llamó mucho la atención la participación en tribuna del Senado de Beatriz Paredes Rangel, quien pronunció un emotivo discurso en el que señala también a quienes causaron esta masacre y que debe ser también reconocida la labor de esta admirable mujer tlaxcalteca, puesto que más allá de colores ha sido una verdadera guerrera incansable y defensora de esas luchas estudiantiles, porque en sus tiempos de Gobernadora tuvo toda la apertura para llevar a cabo el Congreso Nacional de la ahora extinta CNEM, hoy al escuchar pronunciar su discurso llegan a mi memoria estos hechos; por lo tanto, es un discurso que se pronuncia con todo el conocimiento de causa y con el sentimiento bien definido de ser defensora de tales derechos, ese dos de octubre ha sido una fecha que ha marcado un nuevo derrotero en la historia de este país, no se olvida y nunca más deberá permitirse la muerte de un sólo estudiante en aras de la acción represora del Estado, por eso la matanza de Ayotzinapa, que ya ha empezado a escribir su propia historia, debe ser esclarecida y tengo la convicción de que este nuevo gobierno hará todo lo necesario para que toda vez que la Suprema Corte ya ha determinado la procedencia legal de la creación de la Comisión de la Verdad, se llegue hasta el fondo del asunto, se determine quién fué el que ordenó tal matanza y cuáles fueron los motivos para ello, dónde están los cuerpos de los estudiantes, nunca más la muerte de un estudiante, nunca más deberá permitirse que la represión del estado sea el arma de sometimiento ante su paranoia política.