La Violencia por Luis Pérez Cruz

Algunos temas de la sociología precisan de tomar en consideración el análisis de la violencia, dejando de lado prejuicios, decimos lo anterior porque ha resultado común por ejemplo vanagloriarse de las agresiones a policías y al ejército, también se aprueban los linchamientos, explícita e implícitamente, además de mostrar indiferencia ante el crecimiento de la violencia. En general, tal parece que se ha normalizado la violencia, asimismo la forma en que la asimilamos como sociedad, a ello agregamos que ya forma parte de la vida cotidiana.

          Sería necesario comenzar a pensar el fenómeno de la violencia desde otra perspectiva, ya que los efectos se dejan sentir en nuestra conducta a la hora de interactuar con los integrantes de la sociedad.

          Por ejemplo, Mauricio Meschoulan señala que no se trata de destacar los números de muertes violentas, sino que habría que indagar los efectos que tiene hacia la sociedad, de lo contrario estaríamos entrando a un callejón sin salida. Generalmente le proporcionamos una importancia realmente desmedida a las cifras de muertos por la violencia, incluso hay medios de información que dan cuenta de los números de manera diaria, ello constituye un parámetro, pero le ofrecemos menos relevancia a sus efectos hacia el ciudadano común.   

          Decimos ello porque el aumento de diversos acontecimientos nos permiten realizar la comprensión del fenómeno de la violencia, entre ellos la generalización de los linchamientos (aunque en ocasiones sea sobre inocentes), la multiplicación de homicidios a menores, los feminicidios, los ajustes de cuentas, los asesinatos extrajudiciales, entre muchos otros.

          Siguiendo con Meschoulan, consideramos necesario realizar una reflexión sobre nuestras acciones, ya que resulta preocupante no ocuparnos de las consecuencias en nuestro comportamiento diario, cómo hemos modificado conductas y acciones, caracterizadas por el “miedo, la impotencia, la desesperanza, la angustia, la habituación o la evasión”. Nos concentramos generalmente por la percepción que tenemos.

          Ahora bien, sería importante comenzar a analizar qué consecuencias específicas acarrea el miedo, pareciera que nos lleva a ser menos tolerantes, teniendo en consecuencia menos proclividad a la socialización e interactuar lo menos posible en nuestro medio o contexto.

          Además, Desde la sociología estamos en condiciones de afirmar que es muy complejo abundar sobre el problema de la deviación, precisamos considerar que abordar esta problemática, por ejemplo, es indispensable saber por qué las personas trasgreden la normatividad, las leyes, ya que éstas, desde algunas tendencias, constituyen la piedra angular que permite la existencia de grupos humanos, sin ellas y su funcionamiento los grupos sociales se desmembrarían y habría una especie de confrontación entre grupos, veamos como ejemplo que posturas feministas visualizan como enemigo al hombre y todo lo que representa (dominación patriarcal, machismo, misoginia), en este contexto la violencia hacia las mujeres es grave en sí mismo y por los efectos causados en familiares y ciertos comportamientos de mujeres, ello producto del grado de violencia ejercido hacia ellas. En consecuencia y de acuerdo a esta postura teórica, resulta fundamental la existencia y funcionamiento de las normas para convivir con cierta estabilidad.

          Por otra parte, llama la atención el papel de la trasgresión de las normas, ya que este elemento no siempre es concebido de la misma manera, por ello son usadas de manera pragmática y como punto de negociación, todo esto con el fin de una mayor comprensión de la situación social, de aquí estamos en condiciones de explicarnos que las normas y su endurecimineto no necesariamente nos lleva a menguar el problema de la violencia en México y, sobre todo, sus efectos en la sociedad.

          No podemos analizar a la violencia en sí misma, resulta necesario contemplarla en sus efectos, en los comportamientos y cambios de hábitos, además de las reacciones al interactuar con otros individuos.