AgendaTlaxcala

El presidente Juárez hoy Columna por Luis Pérez Cruz

Desde la Sociología Columna por Luis Pérez Cruz
Domingo 10:48 am, 29 Jul 2018.
Luis Pérez Cruz
agendatlaxcala
787 lecturas | 0 comentarios
El presidente Juárez hoy Columna por Luis Pérez Cruz

PARTE I

LUIS PÉREZ CRUZ

En los últimos años hemos sido testigos de cambios políticos importantes, sobre todo en este 2018, ello nos ha permitido generar cambios en nuestra visión de la realidad, además de interpretar de manera distinta nuestra historia, base fundamental de cómo nos vemos y qué lugar ocupamos en la vida de nuestro país. Teniendo como base esta afirmación, precisamos indagar y resolver este asunto.

            Recientemente comenzó una reinterpretación de personajes de nuestra historia, los cuestionamientos hacia los héroes (Hidalgo, Morelos, Juárez) y una especie de reivindicación de los “villanos” (Iturbide, Santa Anna, Porfirio Díaz, entre otros) ha sido el común denominador. Estamos ciertos que la reinterpretación de nuestro pasado en necesaria, pero  se ha caído en el simplismo, en ocasiones por ignorancia y, en otras, de manera intencionada. Particularmente y en este caso, la figura de Juárez ha sido objeto de cuestionamientos severos pero poco objetivos, sobre todo porque Andrés Manuel López Obrador ha tomado a Juárez como su referente histórico, moral y político.

            Es necesario hacer precisiones que nos permitan contar con elementos y no descontextualizar, pero valorar en un justo medio a quienes han sido actores sustanciales en la construcción de la nación.

La caída de Maximiliano y los conservadores en 1867 está acompañada de la ruptura al interior del partido liberales, cuál fue la postura de Juárez, ello porque en efecto supuso una figura política que logró cohesionarlos, pero hacia las elecciones presidenciales de 1871 la confrontación militar no se hizo esperar y estuvieron frente a frente los dos caudillos más importantes de la resistencia a la intervención francesa y al Imperio de Maximiliano: Benito Juárez y el General Porfirio Díaz.

            Nos llama la atención abordar los últimos años de Juárez porque fue una etapa muy compleja en su vida personal, y en lo político tuvo que enfrentar a sus antiguos compañeros liberales y de armas.

            Tampoco hay que dejar de contemplar que la pérdida de su esposa en 1871 influyó de manera importante en la toma de decisiones, además de la agudización de su enfermedad. Los últimos años de Juárez constituye un tema poco abordado, regularmente al tratar la figura de Juárez lo hacemos desde aspectos relevantes, pero nos detenemos poco a analizar al ser humano, sobre todo cuando se vió en la etapa quizás más difícil de su vida. Por ello consideramos importante hacerlo, ya que con ello se reivindicará al hombre de carne y hueso y no al héroe, que en muchas ocasiones poco tiene que ver con la realidad vivida.

Para el historiador Luis González y González, 1867 representó el triunfo de la República y la caída definitiva del conservadurismo, cuya último experimento fue el Imperio de Maximiliano; pero también llevaba implícito la disputa de los siguientes años, ya que la entrada triunfal a la ciudad de México la hizo Porfirio  Díaz un 21 de junio de ese año, Juárez hizo lo propio hasta el 15 de julio, para Díaz representó un desafío a la oportunidad de convertirse en el libertador de México.

            El historiador norteamericano Ralph Roedor puntualiza en los siguientes términos la situación política de México: “Pero en seguida vino la decadencia, un proceso lento, corrosivo y cruel de desintegración, que fue la consecuencia misma de la lucha misma. Las revoluciones devoran a su prole con apetito saturnino y Juárez no era inmune a la regla; su reputación sufrió una avería progresiva con el deslustre del tiempo, con el envejecimiento del hombre y con el triunfo y deterioro de la revolución. Los estragos de la paz fueron más crueles que los de la guerra, por ser más ruines: relajada la moral de la lucha, el pulso de la vida nacional iba aflojándose, y al recobrar su ritmo normal, provocó una reacción que acabó por desfigurar la imagen del Presidente guerrero, grabado en los grandes conflictos…”

                Tal parecía que de antemano se vislumbraba que en los siguientes años sobrevendría la disputa por el poder, sobre todo porque Juárez da a conocer su gabinete de inmediato y no aparece Díaz, ya que lo dejó a cargo del Ejército de Oriente.

            Asimismo, sobreviene toda una oleada de críticas y demandas para el restablecimiento del orden constitucional, ante la presión Juárez lanza la convocatoria para la elección del presidente de la república, pero dicha convocatoria es acompañada de otras propuestas que tenían como objetivo el fortalecimiento del Ejecutivo, ellas son: la integración de la Cámara de Senadores, la facultad del veto presidencial, el voto pasivo de los secretarios de Estado, los Magistrados de la Suprema Corte  y los funcionarios públicos para formar parte del Congreso y el sufragio para el clero.

            Las críticas no se hicieron esperar e incluso se desató toda una polémica sobre la división de poderes y las atribuciones de cada uno, por lo que tuvo que dar marcha atrás, ya que los liberales ortodoxos sostenían que el Congreso era el poder supremo, ya que era la representación del pueblo y el Ejecutivo debía sujetarse a su mandato.

            No cabe duda que la integración del Senado tuvo como objetivo el crear una instancia que restara poder y facultades a los diputados; el veto presidencial resulta obvio que la idea es facultar al presidente de un poder por encima del Congreso; la integración de secretarios y funcionarios del gobierno al Congreso tenía como intención formar un contrapeso político en la Cámara de Diputados.

            De acuerdo con Roedor, tal iniciativa: “…provocó un clamor de protestas. La prensa denunció la proposición, calificándola de invasión del dominio legislativo por el Poder Ejecutivo, de conjura para subordinar y manipular al Congreso por medio de diputados ministeriales, y de cuña entrante de una dictadura presidencial; y el intento de realizar el atentado por medio de un plebiscito popular.”

            La propuesta hecha por Juárez trajo consecuencias que enfrentarían a los liberales y los dividiría entre liberales radicales o puros y moderados; los primeros tenían como bandera fundamental la inviolabilidad de la Constitución, las facultades del Congreso y la sujeción del Ejecutivo al Legislativo.

            Los moderados estaban seguros que un Ejecutivo fuerte permitiría enfrentar cualquier intervención extranjera y la pacificación definitiva del país, ya que la historia había mostrado que un presidente débil permitía la proliferación de rebeliones. La idea de una república centralista estaba presente como posibilidad de que el país pudiera superar las dificultades que había sufrido desde la consumación de la independencia.

            Este contexto nos permite comprender las decisiones de un presidente ante un contexto adverso y complejo, los cambios implican resistencias, ya que la inercia no nos deja ver lo positivo de las transformaciones. En la siguiente entrega haremos referencia a la complejidad de la vida personal de Juárez.

0 comentarios


Publica tu comentario

Puedes publicar comentarios aún sin registrarte.
Nombre

e-mail, NO será publicado.

Sexo

Comentario * 200 caracteres


Podcast