La avalancha morenista columna por J. A. Javier González Corona

Cuando comenzaron a dar los primeros resultados de la contienda electoral por parte de algunas encuestadoras confiables, la sorpresa se iniciaba y al final del día se confirmaba: una avalancha morenista.

Mucho se dirá tratando de explicar este fenómeno político sucedido en el estado tlaxcalteca y en el resto del país, con excepción de algunos estados. Sorprendiendo a propios y extraños lo sucedido y, aunque ya se había experimentado en dos sexenios un cambio de partido en el poder, nunca había ganado la izquierda como tal.

Sin el afán de restarle méritos a su larga campaña de AMLO; la molestia de los diferentes sectores sociales era manifiesta y, aunque muchos de ellos reprimidos por el compromiso, amenaza o interés laboral, su voto estaba decidido. Quienes ostentan el poder hasta el 30 de noviembre del presente año, nunca imaginaron que el abuso los llevaría a conformar un peligroso adversario: el pueblo.

Varios fueron los factores que resultaría innecesario enumerarlos, sin embargo, no puedo dejar de señalar el principal; económico. La ciudadanía por años había recibido golpe tras golpe, no tan solo en el sexenio que estamos por terminar, sino muchos otros anteriores que implantaron un proyecto neoliberal. Mismo que se implantó en México, creando grandes perspectivas y terminando en grandes engaños; uno de ellos, ver a México dentro del grupo de países de primer mundo. Triste ilusión.

Pero ahí no quedó, sino cada año se fue privatizando nuestra riqueza natural y nuestra capacidad productiva se fue perdiendo, comparativamente a otros países; el trabajador y sus familias, lo resintieron drásticamente. Sin embargo, insisto, quienes perdieron estas elecciones, creyeron que unos meses de campaña prometiendo y comprometiéndose con mejorar la vida del pueblo mexicano, iban a lograr la votación necesaria para mantener sus canonjías y continuar con sus excesos de poder. El pueblo tuvo, ahora sí, memoria histórica.

Desde mi perspectiva existen problemáticas severas en el país que no fueron atendidas por los gobiernos anteriores y que el eventual ganador de la contienda, deberá resolver para cumplir sus compromisos de campaña y principalmente, darle una estabilidad al país, que por años necesita:

ECONOMÍA. En este aspecto tuvo el país un crecimiento económico anual de 1.3% en promedio (INEGI), con una inflación anual de 4.51% (INEGI), propiciando un 3.20% de desempleo (INEGI), dando como resultado una pobreza extrema del 30% en una población de más de 120 millones de mexicanos.

SEGURIDAD. Somos uno de los países más violentos del mundo (Instituto Internacional de Estudios Estratégicos), el número de asesinatos en 2017 fue de 29,000 personas, de ellos se realizaron 80 mediante violencia extrema durante cada día (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública).

CORRUPCIÓN. Nos ubicamos en el quinto lugar a nivel Latinoamérica. El 60% de la población la realiza como práctica común (Transparencia Internacional); y su costo anual por habitante es de 2,273 pesos (INEGI).

EDUCACIÓN Y CULTURA. La inconformidad magisterial en cuanto a la Reforma Educativa se deriva por su tendencia laboral y burocrática, olvidando lo pedagógico que debiera sustentarla. Habría que considerar la opinión de los docentes. En cuanto al trabajo sobre cultura siempre lo han relegado, incluso cada sexenio le recortan presupuesto.

COMERCIO INTERIOR Y EXTERIOR. El principal destino de exportaciones mexicanas es a EUA con el 80% y quien nos provee de mayores insumos es el mismo con un 46% (Secretaría de Economía); sin duda se requiere crear nuevos mercados con países de Europa y Asia, para no seguir condicionados por nuestros vecinos y más, con un presidente como Trump quien nos quiere traer a pan y agua.

MIGRACIÓN. Desgraciadamente nuestros paisanos en EUA viven discriminaciones, violencia, abuso y demás. En el último año han sido repatriados 500 personas cada día (Instituto Nacional de Migración). Por el Sur, entran al país con rumbo a EUA 400,000 Centroamericanos anualmente (Unidad de Política  Migratoria); en ese tránsito, pareciera que nos queremos desquitar con ellos y les hacemos exactamente lo mismo. Se requiere una política de apertura, respeto, solidaridad y normatividad en ambas fronteras. Canadá puede ser un buen ejemplo.

Los aspectos considerados reconozco que no son los únicos, pero sí de los más importantes. Para concluir, el partido de Morena y el virtual futuro presidente de México, no pueden desperdiciar la avalancha de votos que la ciudadanía les otorgó. Dicha avalancha les sirvió para tener la Cámara alta y baja a su favor, factor muy importante en nuestro México. Nuestro país ya no puede vivir de esperanzas, sino hechos. En nuestro estado, siguiendo la tradición política y la avalancha de votos, muchos ya candidatean a una ex presidenta de la capital tlaxcalteca para la próxima gubernatura. Incluso festejarán su triunfo en el Distrito III Federal llamándole la segura futura gobernadora. A esto último, ni afirmo ni niego, sino recomiendo: caminar es más seguro que correr.