La migración tercera parte por Luis Pérez Cruz

En esta última parte del tema de migración nos referiremos a mostrar que el fenómeno migratorio tiene diferentes facetas y que en muchas ocasiones es difícil para quienes lo experimentan, por ello haremos una serie de precisiones que nos permitan contar con una visión más amplia, para concluir con algunos testimonios.

De acuerdo con Eunice Rendón y Janeth Moreno, quienes escribieron en Nexos de agosto de este año sobre los niños migrantes, destacamos lo siguiente: “Los niños representan 15% del total de la población migrante internacional. 43% de los movimientos de migración forzada y asilo en el mundo corresponden a niños menores de 17 años. Con 3.7 millones de menores migrantes, Estados Unidos encabeza la lista de países receptores. La niñez migrante forma parte de todas las caras de la migración: expulsión, recepción, tránsito y retorno. Son los niños que han llegado a Estados Unidos y crecido en ese país, con una cultura binacional sufriendo las consecuencias de ser indocumentados, como la historia de los dreamers y juventudes binacionales ha demostrado. De igual forma, son aquellos que derivado de la deportación de sus padres han quedado en el desarraigo familiar y la depresión emocional en hogares sustitutos en Estados Unidos. De 2016 a la fecha más de 35 mil padres de niños nacidos en Estados Unidos han sido deportados.”

            Esto sólo es una muestra de lo que encontraríamos en el fondo de la problemática sobre la migración, los testimonios suelen ser desgarradores, en esta última parte pretendimos una entrevista con Irene, migrante tlaxcalteca que de manera informal platicamos y consideré muy importante su testimonio, desafortunadamente intentamos en cuatro ocasiones concretar la entrevista que nos permitiera cumplir con nuestro objetivo planteado desde la primera entrega sobre migración, pero cuando comenzábamos el diálogo tenía una crisis, comenzaba a llorar y le resultaba imposible continuar platicando, lo único que pudimos rescatar fue que hace 32 años tomó la decisión de migrar a los Estados Unidos, que su motivación fue salir de condición socioeconómica, estaba convencida de que ello le daría un status en su comunidad y le permitiría cumplir una función destacada y de privilegio, pero el precio fue muy alto y sus expectativas se fueron diluyendo.

            Nos platicó, después de exponernos sus motivos, que se fue con su hija de dos años de edad, llegó a Tijuana y a partir de ello el sufrimiento fue mayúsculo y las experiencias vividas le hicieron pensar y ponderar si valía la pena buscar una mejor posición en su comunidad; finalmente, cada quien construye su propio “sueño americano”, creemos que no es posible pensar en el “sueño americano”, sino en “los sueños americanos”, las circunstancias de cada migrante se construyen los motivos y los fines de migrar a los Estados Unidos.

            Por otra parte, cabe destacar que dice textualmente “hace 32 años me jui para Estados Unidos y sufrí muchísimos, muchísimo, muchísimo” e irremediablemente lloraba; posteriormente relataba que mucha gente llegaba de Estados Unidos y presumía el dinero, las cosas, las camionetas y “nos ilusionábamos”, pero “si estoy platicando mi testimonio es para que las personas no crean que todo es muy fácil”, “a mí me abandonaron en Tijuana y con mi niña, dormíamos en la central y allí comíamos”, “porque nadie me daba trabajo”.

            “Cuando llegue a los Estados Unidos nos maltrataban los americanos, porque no sabíamos el idioma, a mi niña le pegaban, no nos daban de comer, sufrimos mucho y te tienes que aguantar al trato que te dan allá, se sufre cuando no estás en tu país, te vas sin nada y regresas sin nada. Te tienes que aguantar al trato que te dan allá”. “Tienes que aguantar mucho, trabajaba tres turnos, casi no dormía.

            Como se darán cuenta no pudimos ir al fondo de las experiencias, pero el caso es mostrar que la migración es una experiencia realmente dolorosa para quien se va y para quien se queda, en ocasiones los grandes teóricos que tratan el fenómeno de la migración jamás han sabido ni han sufrido el abandonar el país y a la familia. Como ya señalamos al inicio está columna pretende llevar los problemas que aquejan a nuestra sociedad al conocimiento de los no especialistas, requerimos llevar el conocimiento científico a la sociedad, sino simplemente es un diálogo de sordos.